Ser familia anfitriona o, dicho de otro modo, alojar en casa a un estudiante de intercambio es una de las experiencias que más pueden marcarte en tu vida. ¡Es inolvidable!
Por supuesto también supone un cambio importante para el que hay que prepararse adecuadamente. Parte de esta preparación significa conocer y entender el proceso que atravesará quien llegue a nuestra casa.A menudo, la inquietud principal de las familias que desean que su hijo/a estudie una temporada en el extranjero es que no repitan de curso al volver a España. Se piensa que es un curso perdido si tienen que repetir y se embarcan en la aventura burocrática de la homologación.
Spain is different. Cualquiera que lea esta frase entiende a qué se refiere. En el trabajo diario con adolescentes internacionales, me llama la atención cómo van descubriendo los diferentes aspectos culturales de España. Además de proceder de otro país europeo, ven su realidad con las gafas culturales propias de un/a adolescente.
Cuando Sole comenzó a ser coordinadora tenía solo 22 dulces añitos. Recuerdo que a Kristin le sorprendió que una joven, con su carita de niña, aún en la universidad, se viera capaz de coordinar las estancias de jóvenes que solamente le superaban en unos cinco años a lo máximo. La prueba la superó con creces. En estos seis años ha acompañado a un gran número de estudiantes de intercambio en su aventura en España. Ha entrevistado decenas de familias, descartado las que no le hacía gracia. Ha cambiado a estudiantes de familia, ha sido mediadora. En fin, se ha ganado a muchas personas con su dulzura, su madurez, su valentía.
En esta ocasión quisiera rendir un homenaje a la labor de las coordinadoras locales. Hablo en femenino plural porque la gran mayoría son ellas. Seguro que cuento con la comprensión del público, ¿verdad?
Vivir la aventura en un país extranjero es una experiencia inolvidable que requiere mucha motivación y voluntad por parte de quien decide irse.
Cuando tecleamos en el buscador «aprender inglés en el extranjero», los resultados se acumulan por millones. Son innumerables las agencias que organizan estancias en el extranjero. ¿Cómo saber si estás eligiendo la mejor opción? Aquí te doy varios consejos:
Me llamo Alicia y este diciembre hizo un año desde mi vuelta a España y todos los recuerdos volvieron a mí. En un intercambio, no es todo fácil y de color de rosa, puede ser que al principio estés un poco perdida/o, ya que te estás enfrentando a nueva gente, nueva casa, idioma distinto y además de todo eso, estás lejos de tus seres queridos, pero puedo asegurar que merece la pena tirarse a la piscina.
La convivencia entre estudiante de intercambio y familia anfitriona es una experiencia enriquecedora para todas las partes. De sus ventajas, hablaremos en otro post.
Mi nombre es Arturo, soy un chico de 17 años de Burgos.
En el verano de 2018, participé en el programa y pasé algo más de dos meses viviendo en Nueva Zelanda, y experimentando todo lo que ello conlleva. Aparentemente, puede parecer un destino bastante exótico para cualquier persona e incluso llegar a intimidar; mucha gente se extrañaba que lo hubiera escogido.