Cuando tecleamos en el buscador «aprender inglés en el extranjero», los resultados se acumulan por millones. Son innumerables las agencias que organizan estancias en el extranjero. ¿Cómo saber si estás eligiendo la mejor opción? Aquí te doy varios consejos:
1. Programa lingüístico o inmersión total
Si hiciéramos una encuesta y preguntáramos a los nacidos entre los años 80 y la primera década del siglo XXI si han participado en el típico curso de lengua de un mes de verano en Inglaterra, os aseguro que una abrumadora mayoría diría SÍ. Yo misma me incluyo. Fue el verano de 2000, un mes en el sur de Inglaterra. Todo maravilloso, sobre todo por las amistades que hice. ¿De dónde? De lugares tan remotos como Madrid, Valencia, Huelva o Zaragoza. Vamos, que de inglés, poco. Solo las horas por las mañanas que estábamos en clase y un par de horas con mi familia inglesa anfitriona a la hora de la cena. Mi inmersión no fue más profunda que descubrir los fish n' chips y sorprenderme al subirme al autobús urbano y ver que el chófer conducía por la izquierda. Ahí quedó todo
2. Mientras más joven, mejor
El aprendizaje de idiomas, o mejorarlo si ya lo hemos estudiado en el colegio/instituto, no tiene edad. Mi propia madre, a punto de cumplir los setenta, está ahora aprendiendo inglés.
Pero todos sabemos que mientras más joven eres, no solo aprendes un idioma extranjero más rápido, sino que tienes más oportunidad de ponerlo en práctica a lo largo de la vida, ya sea en el entorno laboral, o en tu día a día si vives en el extranjero. Además, si tienes la oportunidad de aprenderlo en el país de origen, al ser joven, puedes optar por estudiar en un instituto y descubrir el sistema educativo del país, vivir como alguien local y adentrarte en la cultura más intensamente que los fish n' chips que mencionaba antes.
3. Lo bueno si dura, mil veces bueno
Si nos hemos decidido por un programa de inmersión total como es un curso académico en un instituto, tenemos que pensar en la duración. Ya sabemos que un mes no es suficiente, ¿entonces cuánto tiempo debes irte?
Lo ideal sería aprovechar todo el curso escolar. Sabemos que es una decisión que requiere una inversión económica significativa. Como mi padre siempre la llama, «inversión en futuro». Al vivir todo un curso escolar te beneficias no solo del aprendizaje del idioma, sino que fomentarás todas tus cualidades. Te sorprenderás de lo fácil que te resultará integrarte y saber que por delante solo te esperan experiencias que marcarán tu vida para siempre.
Pero soy consciente de que no todo el mundo puede permitirse pasar tanto tiempo fuera. La buena noticia es que también es posible si quieres ir un trimestre o medio curso. Si lo vives con intensidad y te adaptas fácilmente, también habrá merecido la pena.
«Mis padres me pueden costear el curso completo, pero ni ellos ni yo queremos que repita de curso al volver a España». Esta frase retumba en mi cabeza a menudo. En conversaciones entre amigos, entre hijos de mis padres, etc. Esa falsa creencia, ese planteamiento equivocado de querer ir con el curso que corresponde según la edad. Cuando al final lo que cuenta en la vida es la experiencia de lo vivido. No es un curso perdido, es un curso GANADO. Cuando vuelvas, aunque no te permitan seguir con tu curso correspondiente, habrás regresado con mucho más conocimientos que podrás seguir poniendo en práctica.4. Cuantas más horas de vuelo, menos horas de español
Vale, ya te has decidido por una estancia de media o larga duración en un programa high school (así es como lo llamamos quienes estamos en el mundillo). Ahora toca elegir el destino. Por probabilidad, deduzco que quieres mejorar el inglés, y que la opción que barajáis será Reino Unido o Irlanda como muy lejos. Esa es la decisión de muchas familias españolas. Pero vosotros sois más originales, ¿verdad? Sabéis que un destino más lejano como Canadá o Nueva Zelanda os garantizará que haya menos estudiantes que hablen español. Ya que habéis tomado la decisión de realizar una inversión en el futuro, habrá qué hacerla en condiciones, ¿no? Si no quieres que al regresar, las amistades entabladas se hayan producido con madrileños, catalanes, murcianos o extremeños, olvidaos de Inglaterra o Irlanda. Que no os dé miedo la distancia. Vivimos en el siglo XXI, las conexiones aéreas son estupendas. Además, siempre hay que pensar que no habrá necesidad de ir a buscar a vuestro/a hijo/a porque estará en las mejores manos